Ángel Luis Pérez, exjugador del Real Oviedo: "A los niños de hoy les diría que con esfuerzo todo se consigue"

Real Oviedo, Mallorca, Córdoba, Marino de Luanco o Unión Deportiva Llanera. Estos son tan solo algunos de los equipos en los que Ángel Luis Pérez (Fanes, Santa Cruz de Llanera, 1981) jugó a lo largo de su trayectoria deportiva profesional. Su contacto con el fútbol comenzó a los nueve años, "cuando mi padre, al que le gustaba el fútbol desde siempre, decidió apuntarme a jugar en el Avilés", recuerda. "Antes no era como ahora, no había tantas extraescolares en el colegio y, como entrenaba en Llaranes, era lo que más cerca nos quedaba". 

Allí estuvo durante tres años, hasta que con doce pasó a formar parte del filial del Real Oviedo, donde se quedó hasta que cumplió los 21 años y debutó con el primer equipo en el 2001. "Con el segundo equipo pasé por todas las categorías que hay desde infantil y cadete, hasta terminar con el juvenil", apunta. De aquella época guarda muy buenos recuerdos. "La verdad que aprendí muchas cosas, que a la larga, me sirvieron para ganarme la vida como futbolista. Algo por lo que estoy muy agradecido", reconoce Pérez.

Sin embargo, la cosa se complicó. "Los dos años que estuve en el primer equipo, fueron los más duros para el Real Oviedo", cuenta. "Había muchos impagos, deudas con jugadores, con todo el mundo y, poco después de cuando yo me fui, llegó el descenso". En aquel momento, a Ángel Luis Pérez decidieron cederle al Mallorca, equipo con el que ganó la Copa del Rey en 2003 en un partido disputado en Elche contra el Recreativo de Huelva. "No fue mucho cambio, la verdad. Lo único que noté fue un mayor ritmo de juego durante los partidos y que la calidad de los jugadores era algo mayor, también, más que nada, por el cambio de categoría".

Uno de los momentos más importantes que recuerda, a pesar de estar ya fuera del fútbol profesional, fue el 16 de diciembre de 2021. Ese día, la Unión Deportiva Llanera se enfrentaba al Mallorca en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey: "Para mí fue un momento muy importante, histórico". Por un lado, "uno de ellos es el equipo de mi pueblo y, el otro, el que me dio la oportunidad de jugar en el fútbol profesional". Reconoce que "cuando salió el sorteo, particularmente me llevé una alegría porque, además, en mis últimos años como jugador estuve en el Llanera y conseguimos el ascenso gracias a que pudimos conseguir estar en la Copa del Rey". "Para mí fue una emoción muy grande", recuerda.

Aunque hace algo más de una década que se retiró del fútbol profesional, sigue manteniendo el contacto con algunos de los compañeros con los que coincidió en el Real Oviedo. Onopko, Oli, Nadj, Esteban, Sergio Boris, Rubén Suárez, Jaime... "Muchos de nosotros nos dedicamos ahora al fútbol de veteranos, entonces nos juntamos mucho a jugar por ahí". Además, "también hacemos cenas de vez en cuando, y nos reunimos en eventos".

Actualmente, Ángel Luis Pérez trabaja como monitor de niños de tercero de Educación Primaria del colegio Loyola, en Oviedo, y entrena a los alevines del filial del Real Oviedo. Su consejo es claro: "Tienen que esforzarse, creer en el trabajo que ellos mismos hagan, y poco a poco van a tener el fruto de ese trabajo, independientemente de que estén jugando en un equipo de más o menos renombre". Asegura que en Asturias hay cantera y que, además, las cosas están empezando a hacerse muy bien. "Tenemos equipos de psicólogos y fisioterapeutas para ellos, a los que se suman entrenadores específicos, con los que tienen sus sesiones, además de las de conjunto". Destaca que "se están poniendo muchos medios para trabajar bastante mejor que antes, sobre todo en el tema de infraestructuras".

A pesar de que la labor que desarrolla es bastante diferente a cómo comenzó su vida profesional, asegura que está encantado. "Merece la pena. Si tienes un mal día, son capaces de cambiártelo por completo. Tenemos mucho que aprender de ellos", dice Ángel Luis Pérez, hoy embarcado también en la vida de su localidad de origebn y residencia a través de la actividad de la asociación vecinal de Santa Cruz.

Forma parte como vocal de la entidad, en una directiva joven, presidida por Rocío del Corro, que el año pasado cogió las riendas del colectivo y dinamiza la localidad con multitud de actividades además de fomentar la relación entre los vecinos. Entre las últimas iniciativas se cuenta la exposición de fotografías antiguas de vecinos de la localidad que se organizó a finales de enero.