OCTUBRE ROJO (2018) A lgo extraño ocurre en un país que dedica su Día Nacional a vindicar su mera existencia. A arropar a su jefe de Estado, «abolido» por parlamentos regionales, tomados, con la aquiescencia del primer ministro y agredido desde dentro por las mismas corrientes que representan el nuevo oficialismo y se han arrogado la tarea refundadora con la que ha de superarse el mito de la Transición. J. BARBANCHO